viernes, 14 de junio de 2013
MUJERES DE TEHUACAN
Hemos tenido la oportunidad de pasar por Tehuacan, y compartir una comida con algunas de las mujeres de la escuela de Tehuacan. Su presencia nos ha conmovido tanto, que ha sido inspiradora de estos versos que queremos compartir con vosotras.
Mujeres de Tehuacán,
de manos fuertes y curtidas
que han amasado tortillas,
moles, huitlacoche y frijol;
que han acariciado rostros y dolores;
limpiado niños y heridas;
No os avergüenza el silencio,
ni buscáis la última palabra.
Quien dice que no sabéis,
sin duda, no ha sentido el pulso de la vida.
En vuestra timidez, escondéis vuestra sonrisa,
y la luz se asoma en vuestros ojos en forma de carcajada.
Me conmuevo al contemplar la profundidad de vuestra mirada.
Mujeres de Tehuacán,
me siento niña ante vuestra maternidad,
que alimenta a todos,
porque sois vosotras las que disipáis el hambre del mundo.
Regaláis vuestras noches, trasnochando por el sustento,
por la gracia de conseguir el mejor alimento.
Disfrutáis sirviendo,
porque vosotras sí sabéis que no es renuncia ni castigo,
sino la virtud superior de quien se siente vivo.
En vuestra piel se ven las marcas
de tantos y tantos amargos sufrimientos,
pero no os aferráis a ellos,
los sembráis, para que se conviertan en frutos
y de ellos hacer alimento.
Mujeres de Tehuacan…
¡GRACIAS!
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