Por Vickyvananda
El estilo de vida occidental, -el machismo, la violencia de género, el alcoholismo, el sometimiento, la colonización y las
diferencias entre mujeres y hombre indígenas, mestizos y afro-mestizos- en esta comunidad ha sido
un gran obstáculo para su trascendencia y desarrollo.
En México, en Jamiltepec, Oaxaca, confluyen las abuelas, hijas y nietas en
una organización llamada “Tejedoras de sueños y vidas”, en donde realizan todo
el proceso de tejer, desde sembrar y cultivar el algodón cochuye, limpiarlo,
hilarlo, teñirlo, bordarlo y tejerlo en comunidad, en telares de cintura. Como organización
comunitaria procuran vender lo que tejen encontrándose con muchísimas
dificultades. El gobierno las incluye en la globalización dándoles cursos gratuitos
de diseño, de español, llevándoles a las expo-ferias, etc. En esta organización
participan 90 mujeres de entre 20 y 72 años de edad.
La invención de la
estructura tejida es la organización más antigua y la más ‘universal’, y se hace
presente en todas las civilizaciones y agrupaciones sociales del mundo.
Como ha venido sucediendo en todas las comunidades indígenas desde la
prehistoria, esta comunidad, en la que se asienta la belleza del arte del
bordado y tejido de las mujeres, que tenía como función entramar la vida de la
comunidad, expresar sus sueños, su cosmovisión, de entrar en otros estados de
consciencia, de trascender y seguir desarrollando el arte prehispánico aplicándolo
a su existencia como mecanismo para encontrar su esencia, creando mitos sobre
historias de la humanidad, enseñado los significados de las pasiones y el control de
ellas, contando relatos, protegiendo y embelleciendo tanto el cuerpo como sus
viviendas, como elementos solucionadores de las necesidades más trascendentales
del ser humano, esta comunidad se ha quedado sin
recursos para poder competir en el mundo de la globalización, lo que ha traído
a su comunidad patologías del mundo occidental, fracturando así la posibilidad
de ser ellas en el desarrollo de su arte, un recurso sanador. Así lo afirman
recientes estudios, que describen que hay un universo de significados en el proceso
de la creación textil en los que se entraman los misterios de la vida.
A pesar de la penurias que pasan buscando “dar el ancho” en los programas
de gobierno, las mujeres siguen tejiendo y enseñando a las jovencitas, vendan o no sus tejidos y bordados.
No se tienen estudios históricos sobre esta región, pero se
cree que la mayoría son de origen yoruba, procedentes del África occidental, que
arribaron a la zona como cimarrones huidos de las plantaciones de caña de
azúcar del obispado de Puebla y Veracruz.
El papel jugado por los negros como capataces de los indios
generó malas relaciones entre ambos y discriminación de los primeros con
respecto a los segundos. El matrimonio de un hombre indio con una mujer negra
es factible en esta comunidad mientras que es muy difícil que un hombre negro
se case con una indígena o con una mestiza. Con los mestizos de la región
mantienen relaciones subordinadas, una tendencia a reproducir valores y
actitudes propias de caciques y rancheros. http://www.ptoescondido.com.mx/Noticias/fiestas2002/pueblos.htm